Con el título: “En Matina nos informamos y transformamos” se busca divulgar información generada por parte de investigadores del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional (UNA). El equipo de profesionales del Programa Infantes y Salud Ambiental (ISA), desarrolló una estrategia para la entrega de resultados de investigaciones realizadas en los últimos 10 años, a diferentes poblaciones afectadas por la exposición a plaguicidas utilizados en las plantaciones bananeras. Ésta labor involucró la visita a 37 escuelas del cantón durante el I semestre del 2019.
Los objetivos de esta jornada de talleres, se concentraron en informar a niños, entre las edades de 6 a 12 años y sus familiares, sobre las consecuencias de la contaminación producida por la aplicación de sustancias tóxicas dentro de las fincas bananeras.
El diseño de la metodología empleada para los encuentros, permitió periodos de contacto lucro-creativos y con un alto contenido pedagógico. Para esto, fue recurrente el uso de recursos audiovisuales que contextualizaran a los espectadores sobre la problemática ambiental identificada en ésta región del caribe costarricense. Los encuentros con los niños, se conformaron de dos pequeñas fases, desarrolladas durante dos lecciones para cada grupo del I ciclo. La primera, abordó por medio de video la contaminación ambiental y sus impactos sobre el bienestar ecosistémico y la salud humana; la segunda, puso en práctica la determinación de la calidad del agua a partir de la identificación de macroinvertebrados como indicadores de dicha calidad.
En el caso de los talleres con familiares, se preparó un recurso audiovisual de mayor duración, que correlacionó la situación ambiental con los efectos en los infantes que forman parte de la cohorte, destacando las afectaciones sobre el desarrollo socioemocional, viso-motor y funciones ejecutivas (memoria de trabajo, control inhibitorio, atención, planificación...). Cabe subrayar que, con los encargados legales que asistieron a estos encuentros, se estudió las posibles medidas de reducción a la exposición ambiental que se pueden gestionar desde el hogar.
A modo de ejemplo, uno de los temas tratados consistió en los cuidados que se deben tener al lavar la ropa de trabajo que se usa en la bananera, por a parte de la ropa de los demás miembros de la familia; así como, los tiempos prudenciales que una madre embarazada debe esperar dentro de un recinto para evitar el contacto con sustancias contaminantes en el aire provenientes de la fumigación por avioneta. Con este último grupo de trabajo, también se examinó el reglamento N° 31520 para las actividades de la Aviación Agrícola, mencionando lo pertinente al cumplimiento de distancias en las aplicaciones aéreas de plaguicidas respecto a los centros poblacionales o granjas; donde en caso de que exista una zona de amortiguamiento, la distancia puede reducirse de 100 a 30 metros.
Con el trabajo de extensión, se estima que la población atendida sea de un total de 3 174 personas, entre ellos infantes y sus familiares, y personal docente y administrativo de los 37 centros educativos que se encuentran ubicados geográficamente dentro de la zona de estudio, la cual reúne a tres direcciones regionales y cuatro circuitos del Ministerio de Educación Pública (MEP). Sin lugar a duda, este trabajo es posible gracias a los esfuerzos transdisciplinarios entre profesionales de diferentes áreas de conocimiento, miembros de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar (FCTM) y el Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE).
